Rocío Marengo atraviesa días de profunda emoción luego de que su hijo Isidro recibiera el alta médica tras permanecer más de 20 días internado en neonatología. Este miércoles, la mediática compartió con sus seguidores los minutos previos a dejar la clínica, en un mensaje cargado de sensibilidad y gratitud.

A través de sus historias de Instagram, Marengo publicó un video en el que se ve al pequeño Isidro descansando en una de las cunitas del sanatorio, tapado con una manta blanca y acompañado por un osito de peluche con forma de elefante. “Duermo un ratito más y me visto para ir a casa”, escribió sobre la imagen. Y, visiblemente emocionada, agregó: “Mientras, mamá llora. No importa cuando leas esto”.

La felicidad por el alta se reflejó también en un mensaje de agradecimiento dirigido a quienes la acompañaron durante estas semanas difíciles. “Gracias, gracias y gracias a todos los que acompañaron este camino con buena energía y amor. No puedo más de la emoción”, expresó.

Durante los días previos, Rocío había compartido con sus seguidores distintas actualizaciones sobre la evolución de la salud de su hijo, nacido el 3 de diciembre. En una de las publicaciones más emotivas, se la vio sentada en una silla dentro de la habitación del hospital, abrazando a Isidro contra su pecho y sonriendo. Allí escribió: “¡Nada más lindo que ser tu mamá! ¡Te amo Isi de mi corazón!”.

Sin embargo, no todo fue calma durante ese proceso. Marengo también tuvo que enfrentar críticas en redes sociales luego de que se difundiera una imagen suya saliendo a comer durante uno de los 21 días de internación del bebé. Frente a los cuestionamientos, decidió responder con firmeza.

“¡La gran mentira de las redes! Mostrás un video vestida, que salís a comer con tu familia, y te juzgan de mala madre, sin saber cómo estás por dentro”, expresó. Y agregó: “Te ponés una remerita con lentejuelas y aseguran que te estás cag... de risa, como si la ropa dijera algo. Sus comentarios hablan de ustedes, no de mí”.

Visiblemente molesta, también reveló detalles delicados sobre su salud durante el embarazo: “Si quieren les muestro los coágulos y las hemorragias que tuve todos estos meses para que sepan algo más de mí antes de opinar. Se me desprendió la placenta y tampoco lo mostré ni lo conté”.

En ese mismo descargo, recordó el momento del parto y la gravedad de la situación: “Fue de urgencia; con Isi corrimos riesgo de vida. Fue un ‘ya al quirófano’. Mi obstetra Alejandro Falco fue clave para que hoy estemos contando esta historia”. Y concluyó con un mensaje contundente: “Claramente no entienden y no pasaron por algo similar, si no no se animarían a opinar. Sepan que jamás me harán dudar de mi rol como mamá, soy la mejor”.